Identificar nuestros propios valores, esos que están profundamente arraigados en nosotros, y aplicarlos en nuestra vida nos facilitará la obtención no solo del éxito en la vida y en el trabajo, sino también de la felicidad.

Estos valores nos acompañan allá donde estemos, tanto a nivel personal, social o laboral. Vivir de acuerdo a los valores o anti-valores de los demás no sólo nos alejará de la felicidad, sino que nos dificultará lograr el éxito en la vida.

Cuando no somos conscientes de nuestras creencias o los aprendizajes de nuestras experiencias del pasado, tomamos decisiones muchas veces desde el miedo, o el enojo, de una forma muy superficial, sin tomar en cuenta las motivaciones internas, ni las consecuencias de nuestras conductas.  Cuando aprendemos a vivir en el presente, podemos P A R A R por un instante y tomar en cuenta la situación  y elegir como reaccionar.

Podemos llegar a tomar decisiones desde nuestro yo más profundo, desapegándonos de de las ataduras y creencias y nos podemos guiar por esa brújula interna de nuestras emociones y valores y así elegir lo que realmente es significativo para cada uno de nosotros y crear un futuro con un sentido más pleno. Nuestros valores son la brújula de nuestra alma. Solo así podremos dar a los demás aquello que nace de nuestro corazón.