A lo largo de nuestra vida, hemos aprendido a valorar ciertas cosas, personas, o situaciones, y esto conforman una red de valores que son los que calibran nuestra brújula interior que nos guía en la vida y nos ayuda a ser quien somos hoy.

Ya hemos hablado de que los valores describen lo que nos motiva en el presente y nos ayudan a elegir, a discernir ciertas cosas, a conocernos mejor y sobre todo a elegir de qué forma queremos dejar huella ahí por donde vamos pasando, en nuestra familia, amigos y sociedad. Establecer lo que es la base de nuestros pensamientos y creencias, es fundamental para nuestro desarrollo como personas y para que exista una coherencia entre lo que pensamos y cómo actuamos.

“Felicidad no es hacer lo que uno quiere, sino querer lo que uno hace.” -Jean Paul Sartre-

Identifica tus valores y conócete a ti mismo ¿Qué es lo más importante para ti? Piensa en los valores que son prioritarios en tu vida y escríbelos. Una vez definidos los valores que son fundamentales para ti, es hora de ver si estás actuando conforme a esos valores, y de ser consciente de la necesidad de coherencia entre esas creencias que son la base de tu vida, tus conductas y quien eres en realidad y te ayudará a sentir la congruencia de vivir plenamente.