El motor interno que nos llena de energía para vivir, es saber que es importante para nosotros, qué es aquello que transforma días grises y aburridos, por instantes llenos de energía, de alegría, de emoción, y eso… son realmente tus valores.

Las cosas sencillas de la vida son como esas estrellas que relucen en las noches despejadas. Siempre están ahí, rodeándonos, ofreciéndonos su magia sutil; sin embargo, no todos los días nos detenemos a mirarlas ni recordamos que existen.

Sólo cuando nos faltan, sólo cuando la vida nos da un pequeño o gran revés, apreciamos de golpe lo que de verdad edifica nuestro corazón. Lo que constituye cada una de esas cuerdas internas que dan música y sentido a nuestra existencia. ¿Cuáles son aquellos detalles sencillos dentro de ti que no cambiarías ni por todo el dinero del mundo?

Más allá del tener cosas materiales, títulos universitarios, de los likes de las redes sociales, de lo que digan los demás o la mercadotecnia, las cosas sencillas, amables y discretas forman día a día la orilla de nuestra vida, ahí donde “estar” en los días de tormenta y donde todas nuestras alegrías cobran sentido. Lo importante es reconocer qué es lo que de verdad hace feliz a nuestro corazón y nos identifica, eso es reconocer nuestro SER interior como fuente de amor infinito.

Más allá de que los valores nos impongan reglas éticas o morales o nos enseñen lo que está bien o mal, descubre lo que te da sentido dentro de ti, lo que te hace realmente feliz, te llena de energía y motivación, te llena de paz y congruencia, te conecta con la luz interior que te permita brillar desde lo profundo de tu SER.