Vivimos en una posmodernidad en la que lo duradero da paso a lo transitorio y la necesidad, a su vez, al deseo y el utilitarismo. Ya no se valoran tanto los compromisos emocionales, abunda lo volátil y las relaciones sin obligaciones en las que nos movernos según intereses y necesidades.

En un mundo sin certezas reinan los vínculos sin adherencia

La vida sin amigos es menos vida, pierde sus mejores notas musicales, el apoyo del refugio de la afinidad y el sostén del apoyo emocional

Hoy descubrimos y valoramos que tenemos algo muy especial que compartir, cada experiencia que hemos experimentado, nos permite crecer en sabiduría, en paz, en amor, en gozo profundo y crear vínculos como una comunidad que medita juntos.

Ser empático nos hace más sensibles y respetuosos a las limitaciones de los demás, para desarrollar la calidez, la intuición, el sentido común, la paciencia, la aceptación, y nos lleva a mejorar relaciones, estrechar lazos, acercar corazones y crear Vínculos muy fuertes.

Lo primero que necesitamos es reconocer nuestras limitaciones, ya que supone hacernos cargo de nosotros mismos, dándonos cuenta que también necesitamos de los demás y esto requiere de mucha humildad y valentía para saber pedir ayuda y aceptarla.

Haz una pausa y valora tus momentos plenos, tus puntos de apoyo, las cosas ante las que puedes resistir, y las que puedes soltar y disfrutar, con quién quieres tener más empatía y como haz ido creando más vínculos emocionales