Ahora, en estos momentos de crisis y de confinamiento, ¿Cómo está mi confianza con mis más cercanos? ¿Con mi familia? ¿Con los amigos? ¿Con los vecinos?
Esta situación sin precedentes que estamos viviendo, nos pone a prueba unos con otros, pues no solo es el miedo al contagio, es la credibilidad ante tanta noticia falsa, a la sobresaturación de información y desinformación. Esto ha puesto a prueba nuestra capacidad de confiar en los demás. Este periodo nos somete a unas situaciones emocionales difíciles de manejar y por eso necesitamos hacer pausas emocionales. Esto nos lleva a tener experiencias entre la gente que amo de… y les comparto lo que un gran personaje brasileño, Darwin G nos dice: La “cuarentena, el aislamiento” es el momento en que, si estamos dispuestos, vamos a tener la oportunidad de saber quién nos ama de verdad… Porque sólo va a durar aquel que después que ya no hagamos nada especial por él o ella, que ya “no sirvamos para nada”, descubra nuestro verdadero significado, nuestro verdadero valor… Y es que no hay dicha mayor que el que me amen a pesar de ser inútil… pues el amor que yo pueda dar, es algo único y especial, sin importar la distancia, ni el tiempo, sino la calidad del amor que compartimos.
Ese amor, es una cualidad esencial que todos tenemos en nuestro yo más profundo, en nuestro corazón, por eso, estos días de familia, de amigos cercanos, de estar solos, nos va a ayudar a descubrir que calidad de amor tengo yo para dar más allá de lo que hago, y que calidad de amor me pueden dar los que me rodean, más allá de lo que hagan por mí.
Vamos a pedir al Dios/amor que llevamos en el corazón, que nos permita en este tiempo de cuarentena, descubrir ese lado amoroso y especial en cada persona con la que estamos conviviendo en ésta cuarentena y de poder pasar más tiempo con aquellas personas que se dejen amar por mí y me amen tal y como soy.
Solo el amor nos da la capacidad de cuidar al otro hasta el fin. Y repite dentro de ti: “te amo por lo que eres… no por lo que haces por mí.
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