En un mundo tan competitivo, no es fácil sentirnos bien con nosotros mismos cuando ponemos nuestra atención al “qué dirán”, a las creencias del “deber ser” de nuestra mente. El silencio interior no es la falta de ruido externo, sino la ausencia de Ego. Deja de ser el juez más duro contigo mismo y agradece lo que ya eres hasta el día de hoy, pues es el principio de lo que podrás llegar a ser.

La Meditación te ayuda a crear un espacio de paz y tranquilidad donde puedes dejar de juzgarte y etiquetarte como bueno o malo y aceptarte tal y como eres. Ahí radica la fuerza y sabiduría interior, en aceptarte tal y como eres, y aplicar esa sabiduría del corazón de amabilidad, ternura y compasión como tratas a tu mejor amig@. Ser vulnerables tiene facetas maravillosas pues nos aleja de la mente tormentosa y nos acerca a los demás, nos ayuda a reconocer el cariño de los demás.

Ser bondadosos con nosotros mismos, nos brinda el bienestar emocional al darnos el afecto y apoyo incondicional que necesitamos para salir del miedo, el juicio o la autocrítica. Ser bondadosos con nosotros mismos, nos ayuda a experimentar la felicidad y el optimismo en el momento presente. Ser bondadosos es conectar con el amor de Dios que ya habita dentro de ti.