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LA DIGNIDAD DEL MIEDO

Vamos a profundizar lo que es recuperar la dignidad del miedo. El miedo es la sensación de angustia que experimentamos ante la percepción de una amenaza. Muchas veces interpretamos el miedo como debilidad, cobardía, inutilidad. En realidad, es una señal que nos indica que existe una desproporción entre la magnitud de la amenaza y los recursos que tenemos.

Ignorar el riesgo o el peligro de manera precisa y el no entender cuál es el camino para enfrentarlo, conduce a que nos sintamos invadidos de inseguridad y temor. ¿Qué pasa cuando el miedo me paraliza, me bloquea, me impide avanzar, cumplir mis metas? La reacción interna al miedo dependerá de la consciencia de recursos que tenemos por ello el miedo depende de cada persona.

Experimentemos lo que nos dice Marianne Williamson: “Nuestro más profundo miedo no es que seamos inadecuados. Nuestro más profundo miedo es que somos poderosos más allá de cualquier medida. Es nuestra Luz, no nuestra oscuridad, lo que más nos asusta…  Nacimos para poner de manifiesto la gloria de Dios que vive dentro de nosotros. Está en todos nosotros.”

Ahí está el poder transformador del miedo, ya que esa luz nos protege, nos cuida, nos guía a descubrir la cantidad de recursos internos que ya tenemos o nos indica que recursos necesitamos trabajar.

Al devolverle la dignidad a tus miedos, le damos oportunidad a otros de que liberen sus propios miedos.