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LA INSEGURIDAD EMOCIONAL Y EL MIEDO

Todos experimentamos inseguridad emocional en algún momento de nuestra vida pues no sabemos expresar lo que sentimos, pero si podemos percibir las sensaciones corporales de nuestras emociones. Así como en el plano físico cada órgano (hígado, cerebro, riñones, corazón) cumple una función específica y necesaria, en el universo emocional cada emoción cumple también una función de igual importancia.

Hay emociones que nos avisan lo que nos hace falta, ya que son valiosísimas señales que nos señalan a problemas que estamos experimentando en ese momento. Por ejemplo, el miedo es la sensación de angustia que nos informa que hay una desproporción entre aquella amenaza que enfrentamos y los recursos con los que cuento para hacer frente a la adversidad.

Cuando experimentamos miedo no importa si es real o imaginario, nuestra mente lo experimenta y las emociones nos piden darnos cuenta cuales son los recursos internos que tenemos. La desproporción entre la amenaza y la consciencia de los recursos personales, es la que nos lleva a paralizarnos o a actuar de determinada manera.

Empecemos por observar el contexto en donde experimento el miedo. ¿Dónde estoy?, ¿Con quién?, ¿Qué es aquello que me amenaza?  Después observa sin juzgar cuál fue tu experiencia personal ante esa situación.